La primera quincena de diciembre coloca ansiedades a la rutina diaria. Perseguir películas por los cines de la ciudad se convierte en necesidad y no queda más remedio que rendirse ante las historias que propone el nuevo cine latinoamericano, pero sobre todo, ante la magia de esas horas.
Las largas filas parecen animales vivientes (cuando son organizadas), y aquí allá se escuchan los comentarios de cinéfilos de las más variadas edades. Las carteleras pasan de un lado a otro, a veces vuelan, los grupos guardan los asientos dentro del cine, conversan animados, todos somos golpeados por la más cruda realidad del continente, algunos cuentan lo que más ha emocionado, preparan el itinerario de mañana, se convierten en críticos, llenan de matices las intensas jornadas. Otros quedan en silencio total, quedan repasando las imágenes.
Muchos planifican vacaciones para esas fechas y los que no pueden, dedican tiempo a organizar los días para que milagrosamente alcance para todo. Al final, a pesar del atroz cansancio, queda la certeza de que ha sido provechoso. No es solo el disfrute del buen cine, sino todo el movimiento alrededor y el modo en que el público reacciona ante el hecho cultural.
Son días en que se desempolvan las mejores galas para llegar a la tanda de las 10 am en el Chaplin, los 10 pesos de llevar algo al estómago pasan a los bolsillos de un taxista — llegar rápido a la siguiente película es vital— y en los que las concesiones hacen posible el cambio, con gusto, de los tacones rojos por los tenis azules.
El rostro de la ciudad cambia y se me antoja hermoso. Quienes la habitan, incluso por el tiempo exacto de los días de cine, le sacan poesía y desnudan sus misterios acomodados en sus rincones más insospechados.
Queda en la memoria aquella anciana, uno de los tantos personajes del festival:
-Oye, ¿viste la de película de Ricardo Darín? Buenísima, ¡Ese actor está en su mejor momento!
Confieso. Aquella vehemencia dio ganas de salir corriendo a buscar ese filme. Finalmente, disfrutarlo justo cuando por primera vez la tijera cortó dos de los cupones de entrada, solo vino a confirmar su razón, aunque las propias fueran distintas. Queda la sonrisa cómplice y los preparativos para los próximos días de festival.
gracias nyliam, tienes una forma muy original y a la vez poetica de describir nuestra realidad. me he vuelto un fiel seguidor de tu blog , sigue asi que tienes un gran talento. muchas gracias
Al fin de nuevo! -Pense que el frio habia impedido el torrente de tus comentarios cinéfilos, recuerda que por aca hay otro festival. Que tengas un lindo e invernal dia!
Hace mucho frío, pero ya logré sacar el edredón chino para calentar las ideas. Desde aquí seguimos ese otro Festival.
Aún guardo esa sensación mezclada entre lo rebelde y lo culpable al pensar que ibamos a fugarnos de la facultad para perdernos en las kilométricas colas en los alrededores de los cines durante sus festivales… Espero que hayas disfrutado mucho en esta fiesta como las que habíamos compartido. Abrigate y lleva algo para comer dentro del cine.
Ah Ninita, a la fiesta le faltabas tú. Siempre te extraño más en estos días y claro, también se agolparon muchos de esos recuerdos de la Universidad. Me hubiese gustado mucho que estuvieras en la peli que más me emocionó: Cometas en el cielo, basada en la novela del escritor afgano Khaled Hosseini. Fui una vez dos veces a La Rampa, una al Riviera, y el resto las vi en el Chaplin, que me queda a dos cuadras. Te dejo la lista total.
-Sin retorno (Argentina, con la actuación especial de Federico Luppi)
-Labios (Argentina)
-Carancho (Argentina)
-La mirada invisible (Argentina)
– Cómo olvidar (Brasil)
– Post Morten (Chile)
– Boleto al Paraiso (Cuba)
-Ella, una joven china (China)
– Mujeres del Cairo (Egipto)
muy bueno…más linda la foto de portada de tu blog…besos inmensos desde el sur
¿Quién habrá sido el atrapador de esos Ojos? No sé, yo creo hay mucho de esa prolongación especial entre cierta cámara y la K de mi abecedario. Besos también para ti desde La Habana que adoras desandar y mirar.
qué lindo nyliam! los festivales de cine son geniales…y es cierto, qué cambios de agenda debe hacer uno para poder ver cuantas más posible.
De las que nombrás, sólo vi Carancho…te gustó?
A mi me dio mucha impresión! por momentos tuve que taparme los ojos…las escenas de choques son tremendas!
Saludos !