Me encantaría ser un papalote chino: gigante, colorido. Ser este que me dejó ensimismada. Hay días así, que pesan. Sería bueno poder sacudirse. Sin embargo, quiero levitar. Tal vez, solo sujetada a la realidad por un finísimo cordel.
El artesano me da formas caprichosas y en busca de la perfección no deja de acariciarme. ¡Qué maravilla! Hecha de retazos y con otros delicados materiales ando a cierta altura. La luz me saca estrellas, brillos y otros colores.
Si entonces pudiera, ¿ también pensaría? A veces quisiera un botoncito para apagar este cerebro de humana y cubana que me ha tocado. Me persigue el insomnio. Mis manos se convierten en las alas de la mariposa. Podría volar, sin embargo no podría teclear. La sola idea me asusta, pero sería solo por rato.Prefiero acariciar los sueños desde aquí.
¿Qué vería convertida en papalote?
El mar, la ciudad, la gente… Me quedaría con todos los matices, pero «atrapada en azul», como hoy.
Alguien atrae el cordel. Regreso. Un guiño, una sonrisa, los pies en tierra firme…otro ciclo alado, un nuevo post.
Si ya eres mariposa, para que quieres ser papalote. ohh perenne insatisfacción humana
aunque no supieramos con certeza cuantos, estoy segura que han volado muchos papalotes en tu cielo, al final todos tocamos el suelo y en esta sed de inperfeccion nos consolamos al dormir con el viento entre las sabanas.
espero verte pronto en tierra
besos
mary
Yo también espero verte, Mary. Gracias por estar en este espacio vital. Seguimos soñando papalotes.
Hoy lei tu trabajo «La respiración contenida» y ya no tengo dudas de la necesidad que tienes de que siempre hayan papalotes de los que comenta Mariela volando en tu cielo, no importa si es uno o si son varios,si son australianos o cubanos, lo importante es que luego del analisis de la realidad ,las fantasias te catapulten de nuevo al magisterio de la creacion y nos salpiques de burbujas. !… estaras camino al buro de cada dia, aqui ya es de tarde!
Que tengas otro dia muy feliz!
Volar
Levitar
projectar nuestra mente
Huecos negros
PIKUSO
simplemente
Te regalo una rosa